En lo que fue la primera conferencia de prensa del año del Gobierno, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció que el presidente Mauricio Macri decidió no convocar a sesiones extraordinarias en febrero, con lo cual varios proyectos, en especial la reforma laboral, quedarán para después del 1 de marzo, cuando se reinicie el período ordinario de sesiones en el Congreso.

“El presidente Mauricio Macri ha tomado la decisión de no convocar a sesiones extraordinarias en febrero” para que el debate sobre los proyectos importantes pase directamente al calendario legislativo de este año, informó este martes por la mañana el Jefe de Gabinete, Marcos Peña.

“Esto lo hemos decidido con nuestras autoridades parlamentarias y en función de tratar de trabajar en la normalización de la actividad legislativa en sesiones ordinarias”, remarcó Peña.

Señaló que la decisión del Presidente es “trabajar a partir de su mensaje del 1° de marzo en un calendario legislativo regular para poder dar, de esa forma, todos los ámbitos de debate y desarrollo normal a la vida parlamentaria”.

Peña formuló estas declaraciones en una conferencia de prensa que ofreció en la Casa Rosada, al finalizar la primera reunión de Gabinete del año que encabezó el presidente Macri.

Resaltó el hecho “muy positivo” de que “más de un millón de jubilados” hayan cobrado este mes sus haberes con aumento, en función de la Ley de Reforma Previsional que establece la percepción del 82 por ciento móvil para quienes tengan al menos 30 años de aportes.

“Consideramos que esa es una buena noticia de las varias que se van a ir viendo en los próximos meses”, sostuvo.

Apuntó que el debate por la reforma previsional “pudo haber generado algunas preocupaciones particularmente en aquellos jubilados que pensaban que iban a cobrar menos que el año pasado, cuando en realidad van a cobrar más”.

“Es un tema que con el correr de los meses se va a ir clarificando”, remarcó el Jefe de Gabinete.

En cuanto al proyecto laboral, subrayó que apunta a corregir “aquellas grandes distorsiones”, especialmente para beneficio de los trabajadores informales, “que no acceden a derechos” que sí otorgan los empleos formales.

“Hemos escuchado a los distintos bloques parlamentarios que creen que se puede debatir en sesiones ordinarias de una manera más extensa y construir más consenso, como lo hicimos con la reforma previsional”, dijo.

Afirmó que “lo más importante es que estemos de acuerdo en los objetivos, que es mejorar las condiciones de los trabajadores”, como generar más trabajo formal, avanzar en el blanqueo laboral, dar mayores herramientas de capacitación y licencias por paternidad.

Advirtió que “el proyecto enviado al Congreso surgió de un consenso con la CGT, que respaldó públicamente en numerosas oportunidades el acuerdo logrado”.

Remarcó que en el proyecto no subyace “una reforma laboral sino un reformismo permanente para poder ir modificando” aquellas situaciones que perjudican a los trabajadores.

Peña puso de relieve que la Argentina lleva una “marcha positiva en la economía para salir de la zona de crisis” y destacó que el Gobierno puso fin a la Emergencia Económica que durante los últimos 16 años rigió en el país, pero que “alteraba la institucionalidad”.

Señaló que la inflación núcleo, que no contempla los servicios regulados, “está claramente en un sendero a la baja”.

“Creemos que es central, en este primer mandato de Cambiemos, llegar al digito de inflación”, puntualizó.

Sostuvo que para 2019 “se va a eliminar el financiamiento del Tesoro por parte del Banco Central, que es uno de los elementos centrales por lo que se genera la inflación”.

“Al igual que estamos logrando las metas de la baja del déficit fiscal, del gasto primario con la reducción de impuestos en una economía en crecimiento”, añadió.

En ese aspecto hizo hincapié en que este año “la economía va a crecer y generará más empleo, va a seguir bajando la pobreza, va a seguir aumentando el crédito y la obra pública”.

Respecto del Decreto de Necesidad y Urgencia para desburocratizar el Estado, afirmó que es una herramienta “muy importante porque elimina muchísimas trabas que se habían ido acumulando con el tiempo”.

“Son normativas de muchas décadas atrás que ya habían quedado obsoletas o no se implementaban en muchos casos, pero trababan el proceso de inversión y la generación de empleo”, puntualizó.

Remarcó que el Gobierno seguirá colocando los subsidios en los sectores más vulnerables y ratificó que 2018 será “el año de mayor inversión social de la historia argentina en materia presupuestaria para proteger” a esa franja de la población.

Peña dijo que el Gobierno anunciará una nueva organización de la Ley de Ministerios que va a reflejar una reducción de los cargos políticos en el marco de una política de “previsibilidad y austeridad”.

En cuanto a una eventual visita del Papa Francisco a la Argentina, Peña sostuvo que “lo esperamos con el corazón abierto, con los brazos abiertos” y pidió no ingresar en especulaciones políticas sobre el motivo de que aún no ha venido al país.

“Hay que entender que es nuestro Papa, el Papa de todos, y que tenemos que tratar entre todos de no llevarlo al terreno de lo político y entender su visión pastoral, como líder espiritual y religioso, más en un país como el nuestro, con una amplia representación católica”, dijo.