La Ciudad se tiñe de azul violáceo
11 Noviembre 2020
Llega mediados de noviembre y los casi 19000 ejemplares de jacarandá despliegan sus flores convirtiendo las calles, las plazas y los parques porteños en el escenario natural de una sinfonía azul violácea.
Más que una flor bonita, la geometría de sus copas, la arquitectura de sus ramas y la textura de sus hojas son parte de la identidad de la Ciudad.
“La floración del jacarandá es un espectáculo natural que todos los años disfrutamos los vecinos de la Ciudad. El jacarandá es parte de nuestra identidad. Crecemos jugando y nos enamoramos con el impactante color de sus flores y nos refugiamos debajo de la sombra que proyecta sobre nuestras calles”, expresó Facundo Carrillo, secretario Atención Ciudadana y Gestión Comunal, organismo a cargo del arbolado porteño.
“Planificamos que sea una de las especies que más va crecer en nuestras veredas, pasando de 13872 ejemplares a unos 40000”, agregó.
El jacaranda mimosifolia cuenta con 18.921 ejemplares en territorio porteño. De esta cantidad, 13.872 están en las veredas y 5049 en los espacios verdes. Como muestran los datos recogidos en los últimos censos de arbolado urbano realizados por la Ciudad, es la segunda especie que más creció entre los árboles viarios y la segunda más frecuente en los parques y plazas. La tasa de crecimiento entre el censo 2010-2011 y el 2017-1018 es de un 32%, un 25% en viario y un 55% en espacios verdes.
La especie es originaria del Noroeste de Argentina y también se la encuentra en Bolivia, Brasil y Paraguay. Su presencia en la Ciudad es obra del paisajista francés Carlos Thays, que, a fines del siglo XIX, incorporó al arbolado urbano especies de otras zonas del país. Gracias a su gran adaptabilidad, el jacarandá se adecuó a las condiciones del suelo y del clima de Buenos Aires, así pasó a formar parte del paisaje urbano porteño. Inmortalizado en la canción de María Elena Walsh, es reconocido y admirado por grandes y chicos. Tal es así que en el 2015 fue declarado como árbol distintivo de la Ciudad por la Legislatura porteña.
Acompaña con los cambios en su follaje y su floración las cuatro estaciones del año. Es un calendario visual en las calles y parques de la Ciudad. Florece a comienzos de noviembre y sus flores violáceas llueven sobre las veredas y las plazas en los últimos días del mes. El verde de sus hojas se manifiesta en todo su esplendor a partir de diciembre. Durante febrero, en pleno verano, presenta una segunda floración más limitada en intensidad y duración. Al otoño lo transita sin manifestar grandes cambios. Hacia fines del invierno, comienza su proceso de defoliación paulatino en colores amarillos y ocres hasta quedar sus ramas completamente desprovistas de follaje en la primavera temprana.
En una imagen satelital de la Ciudad en noviembre, nuevos cauces violáceos se dibujan sobre algunas de las principales avenidas. La emblemática 9 de julio, Cabildo, Libertador, San Juan, Luis María Campos, Figueroa Alcorta o Corrientes son algunos ejemplos. La avenida Cabildo es la que cuenta con la mayor cantidad de ejemplares: 320. Le siguen avenida Libertador con 272 y La calle Pierina Dealessi con 271.
Los corredores, o sea la repetición de ejemplares de una especie en el arbolado vial, y los grupos de una misma especie en los parques y plazas acentúan la identidad de estos espacios, facilita su mantenimiento, crea corredores biológicos y produce un efecto visual poético.
Desde la Dirección de Arbolado porteña apuntan a mantener y crear estos corredores de la especie jacaranda mimosifolia.
Hay una gran cantidad de jacarandás, además de en las avenidas mencionadas, en zonas y espacios verdes como la Embajada de los Estados Unidos, la Facultad de Derecho, Plaza Seeber, el Parque Los Andes y el Jardín Botánico.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con más de 430 mil árboles, el 85% de los cuales se encuentra en las veredas de la ciudad y el resto en parques y plazas públicas. De acuerdo al último Censo de Arbolado de la Ciudad, las especies predominantes son: el fresno americano rojo, el plátano, el ficus, el tilo, el paraíso y el jacarandá.