Más que burbujas...burbujones
22 Enero 2021
Las clases presenciales son, por estos días, el caballito de batalla del macrismo, sin embargo, después de escucharlos hablar de la importancia de las burbujas de 10 alumnos respetando el protocolo vigente, ahora habilitan las clases con aulas colapsadas y sin distanciamiento.
Luego de que el Gobierno de la Ciudad informara el comienzo de las clases presenciales, sin ningún tipo de cuidados, tanto los gremios, como la oposición pidió que sea una "presencialidad cuidada" en las aulas.
Por su parte, la legisladora porteña Lorena Pokoik (Frente de Todos) aseguró que si bien "hay que volver a una presencialidad" en las aulas, ésta debe ser "cuidada", al tiempo que habló de "falencias técnicas" en los anuncios del Gobierno de la Ciudad sobre el regreso a clases.
"Hay que volver a una presencialidad, pero tiene que ser una presencialidad cuidada, y eso implica, por ejemplo, resolver el número de alumnos por aula, para que los chicos puedan tener el distanciamiento adecuado", afirmó Pokoik, quien es vicepresidenta de la comisión de Educación de la Legislatura porteña.
En este sentido, la Diputada advirtió que de acuerdo a lo anunciado este jueves por la mañana (ver nota) por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se "está excediendo la cantidad de estudiantes (por aula) que marca el protocolo vigente, que es un máximo de diez".
Además, consideró que deben resolverse "cuestiones de infraestructura que tienen que ver con el sistema de ventilación" de los establecimientos educativos.
"Hay falencias técnicas enormes -dijo Pokoik- no está claro cómo van a ser reemplazados los y las docentes que integran grupos de riesgo, del mismo modo que no está explícito cuál va a ser el plan para los y las estudiantes que integran grupos de riesgo".
Y continuó: "Plantean que va a haber dos centros de testeos para 2.700 unidades escolares, que incluyen 690.000 estudiantes y 117.000 docentes, lo cual no nos parece una medida satisfactoria".
Según el plan anunciado como "Primero la escuela", a partir del 8 de febrero habrá "centros de testeos exclusivos para docentes", mientras que los alumnos "tendrán prioridad para testearse en caso de sospecha de coronavirus".
Sobre el plan "Primero la escuela", Pokoik opinó que "está dentro de un esquema de marketing político, porque si fuera importante priorizar la educación no estaríamos en el presupuesto más bajo de los últimos doce años en cuanto a inversión en educación previsto para 2021".
Y añadió que "no está claro si se aumentan o no los recursos del Plan Sarmiento en cuanto a conectividad y dispositivos".
Por su parte, los gremios docentes porteños pidieron condiciones que garanticen la “seguridad sanitaria”.
Alejandra Bonato, Secretaria Gremial de UTE-Ctera de la Ciudad, indicó a la agencia Télam que entre esas condiciones contemplan “el transporte, los testeos de Covid-19, la vacunación y las obras de infraestructura en los colegios”.
“El tema del transporte es prioritario. Hoy hay muchos colectivos que no paran porque están completos y no se sabe aún bien cómo se le dará prioridad a docentes y alumnos”, afirmó.
Bonato también dijo que hay que considerar qué obras se hicieron para el regreso a las aulas y explicó que “hay mucha disparidad en cuanto a los edificios escolares".
"En las reuniones se planteó la idea de hacer una modalidad híbrida, una semana virtual y otra presencial. Ellos (el Gobierno porteño) mandarán un modelo de organización por escuela”, afirmó.
La representante docente, al hablar de los testeos, indicó que “se pondrán dos centros de testeos para docentes y auxiliares y se testeará cada 15 días, aunque en forma no obligatoria”.
La cuestión de las obras de infraestructura ocupa un lugar también en la agenda que llevan los sindicatos a las reuniones para la vuelta a la presencialidad, ya que, según Bonato, “tienen que estar garantizados los dobles circuitos de ventilación".
"Nosotros pedimos que venga gente de infraestructura escolar de la Ciudad para explicarnos esto y no vinieron”, se quejó.
Otras cuestiones aún no resueltas tienen que ver con los planes de vacunación, considerando que entre docentes y auxiliares hay 111.000 personas para ser inoculadas en el distrito porteño, según fuentes gremiales.
“Los docentes queremos volver a la escuela”, insistió la representante gremial, “pero de forma segura y planificada y con las medidas de seguridad, que es como está planteando la Unicef” (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que es una agencia de la Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y desarrollo a niños y madres en países en desarrollo.
Por otro lado, el Secretario Adjunto de Ademys, Jorge Adaro, se refirió al anuncio de la Ciudad sobre el regreso a clases de manera presencial y señaló que “quieren empezar el 17 de febrero, relativizando de manera irresponsable el avance de la pandemia en el país en general y en la Ciudad en concreto”.
El dirigente docente porteño señaló que “si sos Gobierno y planteás un esquema de presencialidad desde el 17, tenés que armar un plan. Ellos dicen que cada escuela se va a hacer cargo. Cada escuela le tiene que presentar un plan a la Ministra. Es una locura”.
“Están delegando de forma inconsulta la responsabilidad a los directores de las escuelas. Son irresponsables y se lavan las manos. No tienen un plan serio para presentar”, destacó Adaro.
En los próximos días habrá nuevas reuniones entre funcionarios del Gobierno de la Ciudad y representantes de los 17 sindicatos de los maestros.