La Policía de la Ciudad clausuró un frigorífico clandestino en Mataderos y decomisaron más de 2.500 kilos de carne no apta para el consumo humano. La mercadería era almacenada sin la refrigeración adecuada y se encontraba contaminada con heces animales.

Personal de la División Delitos Contra la Salud y la Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad se encontraba realizando tareas investigativas en el barrio de Mataderos, cuando pudo observar cómo desde un depósito ubicado en la avenida Gral. Eugenio Garzón al 5900, se procedían a cargar diversos cortes de carne en la caja de un utilitario Fiat Qubo color rojo.

Ante esta situación los oficiales guardaron distancia, permitiendo que el vehículo inicie su marcha para luego detenerlo a una distancia prudencial del establecimiento.

Allí se procedió a identificar a los ocupantes, y se constató que el vehículo no poseía habilitación de carga, documentación que certificara la procedencia de la mercadería ni sistema de refrigeración, y fácilmente podía apreciarse que la carne se encontraba en mal estado debido al olor nauseabundo que despedía.

Se promovió consulta con la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), la cual dispuso que inmediatamente se requiera la presencia de inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control, y de la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria, a fin de realizar una inspección integral del depósito.

Una vez en el lugar, se comprobó que se trataba de un frigorífico no habilitado, el cual presentaba serias irregularidades, y fueron decomisados más de 2.500 kilos de carne en mal estado y no apta para el consumo humano, con el agravante de que una gran cantidad de gatos habitaba y hacía sus necesidades en el mismo ambiente.

La unidad fiscal interventora ordenó la clausura del depósito y la destrucción de la totalidad de carnes y recortes decomisados.