Luego de una investigación policial se clausuraron los establecimientos que se dedicaban a la producción textil ilegal, sin cumplir con las normas mínimas de seguridad e higiene, en el barrio porteño de Villa Soldati.

La División de Brigadas de Prevención de la Comisaría Comunal 8 de la Policía de la Ciudad, luego de una intensa investigación de dio con diversas locaciones en las que se descubrió que funcionaban talleres textiles ilegales, el Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 20 libró las órdenes de allanamiento en ocho lugares.

Es así, que el personal policial se trasladó a estos domicilios ubicados en Villa Soldati, donde verificaron que las condiciones de funcionamiento, seguridad e higiene de estos talleres estaban fuera de todo marco legal.

Como resultado de los operativos se secuestraron 99 máquinas estampadoras, de costura y corte, 189 bultos de indumentaria, 82 rollos de tela, 14 cajas con recortes de tela, 10.000 dólares y casi 30.000 pesos, un revolver calibre 32 y 22 bultos con prendas apócrifas.

Se corroboró que algunos de los talleres violaban la Ley de Marcas 22.362 por lo cual los oficiales de la Policía de la Ciudad detuvieron a cinco personas, tres de ellos de nacionalidad boliviana y dos argentinos. Además, se detuvo a otro hombre, de nacionalidad boliviana, por "tenencia de arma de fuego". Los mismos fueron trasladados a la Comisaría Comunal 8 por órdenes del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 8.

De estos allanamientos participaron la Dirección General de Fiscalización y Control (D.G.F.yC.), la Dirección General de Protección del Trabajo (D.G.D.P.T.), la Dirección General de Control Ambiental (D.G.CON.TA.), dependencias del gobierno porteño y la Unidad Fiscal Especial en Materia Ambiental (U.F.E.M.A.)

Por su parte la Dirección General de Emergencias y Guardia de Auxilio (D.G.G.A.yE.) y Defensa Civil verificaron las condiciones de los elementos textiles almacenados y los vehículos de la Dirección General de Fiscalización del Uso del Espacio Público (D.G.F.E.P.) se encargaron del traslado de los elementos secuestrados a los depósitos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

También se comprobó que los talleres usufructuaban conexiones clandestinas de electricidad por lo cual intervino una cuadrilla de Edesur, la cual procedió a desarticular las mismas.