Refuerzan hipótesis de mala praxis
23 Julio 2019
Pese a los intentos de la defensa de querer introducir la idea de que la ex legisladora Débora Pérez Volpin tenía enfermedades preexistentes, tres testigos de la querella reforzaron la hipótesis de la mala praxis.
Los médicos Carlos Reyes Toso, Ernesto Da Ruos y Héctor Davi declararon, este martes, como testigos propuestos por la querella en el juicio oral y público por la muerte de la ex legisladora de la Ciudad, Débora Pérez Volpin y coincidieron en señalar que “hubo lesiones muy significativas” en el esófago en el procedimiento de la endoscopía realizada a la periodista.
En la segunda jornada del juicio oral y público prestó testimonio como testigo de la querella Carlos Reyes Toso, quien presenció la autopsia realizada a la víctima y aseguró que “hubo lesiones muy significativas por la presencia de aire en sus cavidades orgánicas y derivó en el cuadro de enfisema subcutáneo”.
El médico aseguró que “la alergia en una anestesia es un evento poco frecuente” y describió que “la cavidad pleural recibió aire por la perforación”.
A su turno, el gastroenterólogo Ernesto Da Ruos afirmó que “todo el endoscopio es flexible” y que “las complicaciones más comunes son hemorragia y perforación, pero son muy escasos los casos de perforación del esófago”.
“El endoscopio es flexible, pero si uno insiste hace una lesión, una perforación”, agregó.
Por su parte, el doctor Héctor Davi, un médico legal que participó de la junta médica aseguró que “a través de la lesión en el esófago ingresó gran parte del aire que produjo el barotrauma”.