Los trabajadores de la línea C de subterráneos proseguirán este viernes con el plan de lucha que aplican desde hace dos semanas en rechazo del acuerdo paritario firmado entre el Gobierno porteño y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), por lo que permitirán el libre paso de los usuarios entre las 17:30 y las 20:30, hora en que comenzará un paro general hasta las 23:30.

El lunes último se realizó idéntica protesta en la línea A, que une Plaza de Mayo con San Pedrito y, ayer, los trabajadores cumplieron la protesta en la B, que traslada a los pasajeros entre Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas, aunque en todos los casos la medida incluyó el libre tránsito de los usuarios durante tres horas, indicó el sindicato.

El cuerpo de representantes de base de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), que lidera Roberto Pianelli, aplica esa metodología de protesta en rechazo y repudio a la paritaria salarial firmada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA).

La concesionaria Metrovías denunció el conflicto ante las autoridades laborales y reclamó que declare su “ilegalidad”, al ser el subterráneo “un servicio esencial”, afirmó.

Además, realzó que el acuerdo salarial paritario ya fue firmado hace semanas en la Subsecretaría de Trabajo porteña por “las partes intervinientes y ajustado a derecho”, por lo que “no puede ser desconocido por ninguna de las asociaciones gremiales del subte”.

El conflicto transcurre en el contexto de un fallo judicial a favor de más de veinte empleados de la actividad, quienes anoche fueron absueltos de la imputación de levantar en su momento molinetes, puntualizó el secretario de Prensa, Enrique Rositto.

El Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas número 7 de Buenos Aires absolvió a esos empleados, quienes habían sido acusados e imputados por aplicar la estrategia del "libre paso" de pasajeros en las líneas como medida de protesta contra la paritaria.

Rositto explicó que esa causa había sido iniciada “de oficio” por el fiscal de Cámara Martín Lapadú, quien actuó “en connivencia permanente con las empresas Sbase y Metrovías”, que imputaron a “los trabajadores por esas protestas”, según denunció.